El empresario y funcionario Pablo Fernando González, de 33 años, finalmente vio cumplido su deseo de dejar la función pública. Según confirmó el medio Apuntes de San Luis, el Gobierno aceptó su renuncia en medio del revuelo desatado por la filtración de una conversación telefónica con el diputado Joaquín Beltrán, vinculada a la causa por el presunto vaciamiento del Complejo Molino Fénix y la Casa de la Música.
En el polémico audio, González intentó disculparse con Beltrán, asegurando que había sido “obligado a ratificar la denuncia” y que no tenía intenciones personales contra él. Además, se desligó de las acusaciones, afirmando que su interés está en los negocios agropecuarios y no en las disputas políticas. Esta grabación generó un estallido de tensiones en el oficialismo, avivando sospechas de una posible persecución política detrás de la causa.
Con su renuncia ya oficializada, el puesto que ocupaba González permanece vacante. Por su parte, el empresario nacido en Río Cuarto aseguró que no volverá a involucrarse en política. Desde 2015, lidera su empresa El Sembrador, dedicada a la venta de maquinaria agrícola e insumos para el agro, un negocio que considera mucho más lucrativo que su paso por la función pública.
Entre amigos, se lo escucha repetir con contundencia: “Te juro que nunca más me meto en política, perdí plata y encima me quemé como un boludo”.