En una jornada histórica para el fútbol argentino, Vélez Sarsfield logró una nueva estrella al vencer a Huracán por 2 a 0 y coronarse campeón de la Liga Profesional 2024. Tras un año lleno de emociones y desafios, el equipo dirigido por Gustavo Quinteros demostró su capacidad para superar las adversidades y cerrar el calendario de manera gloriosa.

Un título lleno de reivindicación

El camino no había sido sencillo. Vélez llegó a esta definición tras perder dos finales claves en 2024: la Copa de la Liga ante Estudiantes y la Copa Argentina frente a Central Córdoba. Con la presión de evitar un récord negativo de tres finales perdidas en un mismo año, el Fortín tenía una última oportunidad de subirse al tren de la gloria. Sin embargo, el verdadero desafío no era solo Huracán, sino también vencer los fantasmas internos y la fatiga acumulada de un plantel joven que hace del juego intenso su principal fortaleza.

Un campeón que supo dar la cara

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Cuando más se lo necesitaba, Vélez resurgió con su mejor versión. En un José Amalfitani repleto, el equipo logró neutralizar a Huracán y asegurar su victoria en los primeros 45 minutos con goles de Claudio Aquino y Damián Fernández. La actuación destacada de los jóvenes talentos del club fue clave: desde la desequilibrante habilidad de Maher Carrizo, el equilibrio en el mediocampo de Ordoñez, hasta la solidez defensiva y las incursiones al área de Aquino.

El primer gol llegó tras una jugada individual de Carrizo, quien asistó a Aquino para que este venciera al arquero rival en un doble remate. Minutos después, una distracción de Huracán en un tiro libre permitió a Damián Fernández ampliar la ventaja. En el complemento, mientras Talleres no lograba ganar en Córdoba, la fiesta en Liniers ya era un hecho.

La cantera, un pilar fundamental

El 90% del equipo que alcanzó esta gloria está formado por juveniles surgidos del club. Estos mismos jugadores pasaron, hace apenas un año, de pelear la permanencia a disputar tres finales en un solo año. Esta transición es un reflejo de la riqueza y el trabajo formativo en las inferiores de Vélez, reafirmando que el fútbol argentino sigue siendo una cuna de talentos.

Festejos y esperanza

Con el triunfo consumado, el Amalfitani explotó en festejos. La alegría se amplificó cuando la Lepra marcó en Córdoba, asegurando que Talleres no pudiese alcanzar a Vélez.

Tras un año de esfuerzos y obstáculos, el Fortín cerró el 2024 de la mejor manera posible: como campeón y con la frente en alto.