Una familia tipo necesitó $1.057.923 mensuales para no ser considerada pobre en agosto, según el último informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este monto, que representa un aumento interanual del 53,1%, incluye los gastos de la canasta básica total, que abarca alimentos, servicios y otros bienes esenciales.
Para no caer en la indigencia, el mismo grupo familiar (compuesto por dos adultos y dos hijos) requirió ingresos por $468.108, un valor que también refleja un incremento significativo en comparación con el año anterior.
El informe detalló que, en el caso de un adulto individual, los montos necesarios fueron de 151.491 para no ser indigente. Estos números evidencian la creciente presión económica que enfrentan los hogares argentinos en un contexto de inflación persistente.
En cuanto a la canasta básica alimentaria (CBA), que mide el umbral de indigencia, el aumento interanual fue del 45,0%, mientras que la canasta básica total (CBT) acumuló un incremento del 53,1%. En lo que va del año, ambas canastas registraron subas del 4,2% y 3,3%, respectivamente.
El INDEC también informó que la inflación de febrero cerró en 2,4%, alcanzando una variación interanual del 66,9% en los últimos doce meses. Estos datos refuerzan la compleja situación económica que atraviesa el país, donde millones de familias luchan por mantener su poder adquisitivo frente al alza constante de precios.
