Leandro Orozco, vecino de Villa Mercedes, comparte su crudo pero esperanzador testimonio como integrante del grupo de contención Beata María del Tránsito Cabanillas, un espacio que brinda acompañamiento espiritual a personas con problemas de adicciones y a sus familias.
“Durante 17 años estuve sumido en el consumo de sustancias. Perdí todo: trabajo, casa, vínculos. Estaba vacío. Hasta que encontré una luz”, relata Leandro en VMI Radio 88.1, quien hoy, a sus 31 años, se presenta como “un adicto en recuperación” y embajador de la esperanza.
Esa luz llegó a través de Fazenda de la Esperanza, una comunidad cristiana ubicada en Dean Funes, Córdoba, donde vivió un proceso de sanación de un año: “No es solo dejar las drogas. Es transformar el corazón, cortar patrones, recuperar el amor propio”, dice. En esta comunidad no hay psicólogos ni pastillas, sino espiritualidad, trabajo, convivencia y la palabra de Dios.

Actualmente, Leandro integra el grupo Beata María del Tránsito Cabanillas, que se reúne todos los martes a las 18 h en el Salón Parroquial de la Parroquia Sagrado Corazón, ubicado en General Paz 1078. Allí se acompaña tanto a personas con adicciones como a sus familias: “No solo el adicto necesita sanar, también su entorno”.
El grupo se inspira en la experiencia de Leandro y otros recuperados. “Muchos llegan sin rumbo y encuentran una nueva oportunidad”, afirma. La contención incluye momentos de oración, adoración al Santísimo y espacios de escucha llamados “comunión de alma”.

“Este camino no es fácil, pero es posible. No prometo que no volveré a consumir, pero hoy tengo herramientas para elegir la vida cada día”, concluye Leandro, convencido de que su testimonio puede ser el faro para otros que aún están en la oscuridad.
Compartimos el contacto de Leandro: 2657-543856

