Santiago Rumie, un niño de 3 años de Villa Mercedes, necesita un riñón para mejorar su calidad de vida. Desde su nacimiento, Santi fue diagnosticado con “insuficiencia renal terminal”, una condición que lo obliga a someterse a diálisis peritoneal todos los días desde marzo de 2022.
El pasado 20 de enero, Santi ingresó a la lista de espera del INCUCAI, un paso crucial en su lucha por un trasplante que le permita vivir sin depender de máquinas. Su familia, encabezada por sus padres Pamela Lubatti y Leonardo Rumie, busca concientizar sobre la importancia de la donación de órganos y encontrar un “ángel” que pueda darle una segunda oportunidad.
“El 8 de marzo del 2022 se descontrolaron sus laboratorios. Ya tenía el catéter de diálisis, pero ese día se descompensó y empezamos con el tratamiento”, relató Pamela.
La diálisis peritoneal consiste en un proceso de “lavado” del peritoneo, donde un líquido especial entra y sale del cuerpo, realizando la función que los riñones de Santi no pueden cumplir. “En principio eran sesiones cortas por la mañana, pero con el tiempo tuvimos que aumentarlas. Ahora hace 3 horas a la siesta y 9 horas por la noche, conectado a una máquina”, explicó su mamá.
A pesar de las dificultades, Santi se encuentra “muy bien” gracias al tratamiento. Sin embargo, su familia sabe que un trasplante es la única forma de mejorar su calidad de vida a largo plazo. “No necesitamos una donación con urgencia, pero sí queremos encontrar un riñón para que Santi pueda vivir sin depender de la diálisis”, afirmó Pamela.
La esperanza de la familia está puesta en un donante pediátrico cadavérico, lo que ha llevado a sus padres a difundir su historia en redes sociales y medios de comunicación. “Los órganos no van al cielo. Es una decisión difícil, pero puede salvar vidas”, reflexionó Pamela, haciendo un llamado a la concientización sobre la donación de órganos.
Mientras tanto, la familia sigue adelante con fuerza y esperanza. “Santi es un guerrero. Nos enseña todos los días a no bajar los brazos”, concluyó su mamá.