La receta electrónica ahora incluirá también estudios, prácticas y procedimientos médicos. Así lo dispuso el Ministerio de Salud de la Nación, y la resolución fue publicada hoy en el Boletín Oficial de la República Argentina.
Para conocer cómo impactará esta medida en San Luis, dialogamos con Fabián Bautista, presidente del Centro de Propietarios de Farmacias de Villa Mercedes, quien explicó que la disposición nacional marca un nuevo paso en la digitalización del sistema de salud, pero aún no es de aplicación obligatoria en la provincia.
“La digitalización permite mayor seguridad, trazabilidad y la construcción de una historia clínica digital, accesible para cualquier profesional de la salud”, detalló Bautista.
Hasta ahora, la receta electrónica se usaba principalmente para medicamentos. Con esta nueva normativa, también se aplicará a indicaciones como análisis clínicos, ecografías y tratamientos médicos. Esto implica que las órdenes médicas también deberán ser emitidas de forma digital.
Bautista destacó que esta modalidad ya se implementa en muchas obras sociales y prepagas, incluso en San Luis. “PAMI fue pionera al adoptar la receta electrónica desde el inicio de la pandemia. DOSEP, la obra social provincial, ya digitalizó más del 90% de sus prescripciones, aunque aún permite la coexistencia con el formato manual”, explicó.
Respecto a la posible implementación a nivel provincial, el farmacéutico fue cauto:
“La provincia es autónoma. Puede adherir a la normativa nacional en forma total, parcial o incluso no hacerlo. Habrá que esperar qué decisión toma el Ministerio de Salud de San Luis”.
Bautista también subrayó los beneficios concretos del sistema: evita errores de interpretación, elimina la posibilidad de que un medicamento sea mal entregado y asegura que el paciente reciba exactamente lo prescripto. “No hay margen de error. Si un médico receta 50 mg, el sistema bloquea cualquier intento de entregar otra dosis. Además, la farmacia no depende de una letra ilegible”, señaló.
El cambio, además de ordenar el sistema, contribuye a la construcción de una historia clínica centralizada, algo que no es posible mientras convivan formatos en papel y digital. “La digitalización es una deuda que estamos saldando. Nos acerca a los estándares de otros países”, concluyó.
