Víctor Hugo Figueroa, el ex entrenador de básquet acusado de abuso sexual, permanecerá en prisión domiciliaria hasta la finalización del juicio oral. Así lo dispuso la jueza Sandra G. Ehrlich, quien otorgó este beneficio al procesado hasta que se lleve a cabo la audiencia, reprogramada para los días 2 al 6 de junio de 2025.
La custodia del acusado estará a cargo de María Angélica y Julio César Figueroa, familiares de Figueroa, quienes convivirán con el detenido, conocido como “El Negro” Figueroa, en una vivienda ubicada en el centro de Villa Mercedes. Según la resolución judicial, el acusado no podrá salir del domicilio salvo por cuestiones urgentes de salud, y únicamente con previo aviso a las autoridades correspondientes.
Figueroa, de 60 años, reconoció haber abusado de la menor con la esperanza de evitar un juicio oral y una posible condena más alta, de 21 años.
José, el papá de la criatura, en una entrevista brindada a Daniel Arce para FM La Voz, se dirigió a los jueces para que no hagan lugar al juicio abreviado y condena de 13 años que solicitó el exentrenador. “Tienen que evaluar que la vida de mi hija quedó arruinada, no por unos años, sino para toda la vida. Hasta que Dios le cierre los ojos va a tener la vida arruinada ella, su entorno, nosotros”, remarcó.
Relató que muchas veces su hija le pide dormir de día y no de noche porque “en las noches sueña que lo tiene parado al lado de la cama”. “A veces la ves jugando y, a los cinco minutos, está hecha una bolita en un rincón y le preguntás si se peleó con la amiguita con la que jugaba y te dice: ‘No, me acordé'”, reveló el hombre.
José dijo que entiende el papel de defensora de Rocío Mediavilla, quien representa a Figueroa, pero le resultó indignante que llegara a decir que “13 años por abuso es bastante si por homicidio suelen dar 12”.
Señaló que comparar los ultrajes sexuales con un asesinato no venía a lugar y que estaba en condiciones de responderle a la letrada casi en carne propia. “Tuve una hija que en 2002 falleció, a los dos años y medio, por leucemia. Entonces sé lo que es perder a un hijo y hoy también sé lo que es tener a un hijo abusado. Sé lo que es vivir las dos peores cosas que puede vivir un padre”, manifestó.
No obstante y ya con lágrimas en los ojos, confesó: “El día que el doctor Paz, en Córdoba, salió a decirme que mi hija había muerto, yo no sentí tanto dolor como el día que A. me dijo: ‘No sabes lo que me hacía, me tocaba y me besaba por todos lados'”.
Cecilia, la madre de la nena, por su lado, recordó que piden 21 años de cárcel para el hombre que, el martes pasado, reconoció haber violado a la niña. “No estamos pidiendo nada fuera de lugar, porque sus crímenes fueron aberrantes. Abuso sexual, violación y corrupción de menores”, enumeró la mujer.
Además, recordó que, tras la denuncia por los ultrajes a su hija surgieron otros casos. “Hay otras denuncias por abuso y acoso, porque este hombre también pedía fotos”, comentó.