
A pocos días del fallecimiento del Papa Francisco, el Vaticano anunció que el papamóvil, el vehículo desde el cual el Pontífice saludó a millones de fieles, será convertido en un hospital móvil para asistir a niños en la Franja de Gaza.
Se trata de un deseo expreso de Francisco en sus últimos meses de vida. El Papa confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, como respuesta a la crisis humanitaria que afecta a Gaza, donde casi un millón de niños fueron desplazados por el conflicto.
Desde Vatican News, recordaron una de las frases que más repetía el Sumo Pontífice:
“Los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado”.
Este gesto, que combina espiritualidad y acción concreta, representa uno de los legados más conmovedores de su pontificado.
Equipado para salvar vidas
El papamóvil será transformado en una unidad sanitaria equipada con material de diagnóstico, pruebas rápidas, vacunas, kits de sutura y otros insumos esenciales.
Una vez que se restablezca el ingreso de ayuda humanitaria, médicos y personal de salud brindarán atención en los lugares más aislados de Gaza.
Peter Brune, secretario general de Caritas Suecia, señaló:
“Con este vehículo podremos llegar a niños heridos y desnutridos, que hoy no tienen acceso a la salud”.
Por su parte, Anton Asfar, de Caritas Jerusalén, afirmó que el vehículo simboliza
“el amor, el cuidado y la cercanía mostrados por Su Santidad hacia los más vulnerables”.
Un legado de compasión
Las primeras imágenes del proyecto muestran al vehículo cuidadosamente adaptado a las necesidades sanitarias. En medio de una región devastada, este papamóvil reconvertido se transformará en un símbolo de esperanza y dignidad, y en un último mensaje de compasión de Francisco hacia la infancia más golpeada del mundo.