El pasado miércoles en el ingreso al Centro Universitario de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) en Villa Mercedes, se vivió una jornada de tensión. Estudiantes en desacuerdo por las medidas contra los recortes presupuestarios se enfrentaron, generando un conflicto que sigue escalando en la comunidad universitaria. Mientras un sector estudantil apoya las protestas y la toma del edificio, otro grupo de estudiantes y docentes exige la normalización de las actividades académicas.

Nosotros no pedimos decisiones políticas, solo queremos nuestra facultad para ir a clases“, manifestó una de las estudiantes afectadas, reflejando el sentir de muchos que se ven perjudicados por la ocupación del campus. Este conflicto ha puesto en jaque el acceso a servicios esenciales como el comedor, dificultando la rutina diaria de aquellos que solo buscan continuar con sus estudios.

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En medio de esta situación, Matías Funes, subsecretario de Asuntos Estudiantiles y Bienestar Universitario de la UNSL, intentó mediar entre ambas facciones: los que buscan tomar el edificio y los que defienden la continuidad de las clases. Sin embargo, su intervención fue mal recibida por un sector, lo que derivó en la solicitud formal de destitución de su cargo, elevada al rector Víctor Moriñigo por diversos gremios y centros estudiantiles. Según los gremialistas, Funes fue señalado como el principal responsable de los incidentes en el campus.

Nos concentramos esperando una nueva asamblea, pero nos impidieron el ingreso. Nos empezaron a golpear y a cerrar el portón“, relató una estudiante, denunciando la violencia que sufrieron de parte de quienes mantuvieron la ocupación. Para muchos de ellos, la toma representa un obstáculo para su derecho a la educación.

Con la salida de Funes y el cierre del comedor que él coordinaba, la situación se volvió aún más complicada. “Es triste que nos quedemos sin comedor, nuestra universidad es como una segunda casa”, expresó una estudiante visiblemente afectada. La falta de servicios básicos como el comedor impacta directamente en aquellos que dependen de él para continuar su día a día en la facultad.

Por su parte, el rector Víctor Moriñigo confirmó que Matías Funes será apartado de su cargo. Esta decisión se tomó tras recibir una nota firmada por representantes gremiales y estudiantiles, como Viviana Mercado, de la ADU, María Salas, de SIDIU, y los presidentes de los centros de estudiantes de la Facultad de Económicas y la FICA. Según la nota, Funes fue acusado de iniciar el conflicto en una protesta que, hasta ese momento, se desarrollaba pacíficamente.

Los estudiantes que se oponen a la toma aseguran que estas medidas extremas están perjudicando su derecho a estudiar, y temen represalias por expresar sus opiniones. “No queremos política, solo queremos estudiar”, insistieron, haciendo un llamado a las autoridades y medios de comunicación para que los apoyen en su causa.