
El mundo del rock está de luto. Sam Rivers, histórico bajista y miembro fundador de Limp Bizkit, falleció este sábado a los 48 años, según confirmó la propia banda a través de sus redes sociales.
Figura clave en el éxito internacional del grupo, Rivers fue parte de los discos más emblemáticos del nu metal: Three Dollar Bill, Y’all$ (1997), Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000). Estas producciones llevaron a la banda a vender más de 40 millones de copias en todo el mundo, consolidando su lugar en la historia del género.
El músico murió tras una larga lucha contra el cáncer, enfermedad cuyos detalles fueron mantenidos en la intimidad. Horas después del fallecimiento, la banda publicó un sentido mensaje en Instagram: “Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido. Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era pura magia”.
Desde Argentina, Fenix Entertainment también expresó su pesar: “La música se despide de una leyenda. Sam Rivers deja una marca eterna en la historia del rock. Su talento y su energía seguirán resonando allí donde haya un escenario y una multitud lista para vibrar”.
El legado de Rivers, su potencia escénica y su sonido inconfundible seguirán siendo parte de la memoria colectiva de toda una generación rockera.