A medida que avanzan las horas, el caso de Priscila Margot Quesada se torna más inquietante. La joven de 20 años, embarazada de siete meses de mellizas y con un presunto diagnóstico de tumor cerebral, desapareció el viernes 16 de mayo antes de ingresar al hospital San Vicente de Paul de Orán, donde supuestamente le realizarían una cesárea programada.
Sin embargo, las autoridades del centro de salud aseguran que no hay registros de su ingreso ni de cirugías agendadas para esa fecha. Desde entonces, su paradero es desconocido y su familia denuncia inconsistencias graves, como fotos manipuladas con Inteligencia Artificial y mensajes de origen dudoso.
Un relato con más preguntas que respuestas
Según su hermano Benjamín, Priscila viajó con su pareja, Cristian Cuellar –quien había regresado recientemente de Mendoza–, al hospital. Al llegar, ella le dijo: “Andá, que yo me arreglo sola”. Esa fue la última vez que la vio. Horas después, Priscila envió mensajes afirmando que había dado a luz a sus mellizas e incluso compartió imágenes de las bebés en WhatsApp. No obstante, las fotos resultaron ser falsas: algunas fueron editadas digitalmente y otras extraídas de internet.
Mensajes alarmantes y un traslado que nunca existió
El domingo, la familia recibió un mensaje de un número desconocido en el que una supuesta enfermera informaba que Priscila había sufrido una complicación por el tumor y sería trasladada a Buenos Aires. Más tarde, la joven publicó en sus estados de WhatsApp un texto angustiante: “Tengo cáncer maligno… no quiero responder mensajes”.
Cuando sus familiares llegaron al centro oncológico José C. Paz, no encontraron rastros de ella. Posteriormente, la supuesta enfermera afirmó que Priscila había sido llevada en helicóptero a Comodoro Rivadavia, lo que aumentó las sospechas de un engaño.
Las autoridades investigan
El fiscal Salinas inició una investigación, solicitando revisar cámaras de seguridad del hospital y citando a declarar a familiares. El director del San Vicente de Paul aseguró que no hay registros de Priscila y desmintió la existencia de una enfermera llamada Olga Segundo, mencionada en los mensajes.
Mientras la búsqueda continúa, las hipótesis van desde un secuestro por una red de trata hasta la posibilidad de que la joven haya simulado su embarazo y desaparición. Hasta el momento, no se descarta ninguna línea de investigación.


