El presidente Javier Milei dejó al descubierto las tensiones con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, al afirmar que esta no tiene injerencia en el Gobierno ni participa de reuniones clave.
“Villarruel está cerca de la casta”
En una entrevista con LN+, Milei abordó su relación con Villarruel, marcando distancias significativas:
“Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. Decidió no participar en las reuniones de Gabinete hace mucho tiempo”.
El mandatario aseguró que mantiene un diálogo exclusivamente institucional, pero destacó que Villarruel se alinea con el “círculo rojo” y lo que él denomina “la casta”, diferenciándose de los valores libertarios que su espacio busca representar.
Una relación fría y distanciada
La última aparición pública conjunta de Milei y Villarruel fue el 1° de noviembre en un acto de la Policía Federal, donde la frialdad entre ambos fue evidente. Las tensiones venían escalando desde los primeros meses de gestión, exacerbadas por diferencias ideológicas y de estilo político.
Un Gabinete sin margen para errores
Milei también aprovechó la entrevista para hablar de su enfoque estricto en la gestión, destacando que no tolerará equivocaciones en su equipo.
“Acá no hay lugar para el error. Eché a un amigo de 18 años”, dijo, en referencia al despido de Nicolás Posse, su exjefe de Gabinete.
Desde su asunción, Milei ya desplazó a cuatro ministros, incluido Guillermo Ferraro (Infraestructura), Mario Russo (Salud) y Diana Mondino (Cancillería), ejemplificando lo que describe como una gestión “implacable”.
Impacto político
Las declaraciones de Milei agravan las divisiones dentro del oficialismo, en un contexto donde su relación con Villarruel parece más simbólica que funcional, marcando un contraste con el diseño tradicional de la dupla presidencial en Argentina.