
YPF aplicó este ajuste y se espera que sea imitado por sus competidores: Shell, Axion, Puma, Dapsa, Gulf y Refinor.
En la Patagonia, el ajuste se sitúa por encima de esa cifra para achicar la brecha con el resto del país, que es del 20%, considerando los costos logísticos de traslado desde las refinerías hasta los consumidores.
La suba busca compensar los efectos de la devaluación de octubre (2 puntos porcentuales) y la actualización de impuestos.
El incremento no añadirá valores adicionales para que los precios locales se acerquen a los internacionales, ya que esta semana bajó el precio del petróleo crudo en el mundo.
Inicialmente, se esperaba que la actualización fuera algo menor al 4%.
El aumento en la nafta y el gasoil llega después de que en octubre se aplicara la primera baja de combustibles en casi 6 años (1% en la nafta y 2% en el gasoil, que en los márgenes de las petroleras fue de 4% y 5%, respectivamente).
Así, desde el inicio del año, el precio de los combustibles habrá tenido una suba de casi el 95%, frente a una inflación que acumuló aproximadamente el 107,5% en los primeros 10 meses y alcanzará el 114% hacia finales de noviembre.
Desde que asumió Javier Milei en diciembre de 2023, la nafta súper subió un 166,5%.
Las ventas de combustibles al público en estaciones de servicio cayeron nuevamente en septiembre y acumulan una baja del 6% en lo que va de 2024.