Carlos “La Mona” Jiménez volvió a demostrar su poder de convocatoria en San Luis con el “Baile más grande del Universo”, realizado en los boxes de Potrero de los Funes, donde miles de fanáticos de distintos puntos del país bailaron al ritmo del clásico tunga tunga.
Desde temprano, la localidad serrana estuvo bajo un operativo de seguridad provincial, con controles en los accesos y un despliegue de transporte público especial para el regreso. La Secretaría de Transporte dispuso colectivos entre la 1:00 y las 2:30 del domingo 21, lo que permitió que cientos de familias regresaran a San Luis capital sin necesidad de conducir.
Las puertas se abrieron a las 18:00, pero horas antes ya se vivía el clima festivo. El evento fue ocasión para reencuentros familiares, como el de Ingrid Spinar, que viajó desde Venado Tuerto para visitar a su hermana en Villa Mercedes: “No soy fanática de ‘La Mona’, pero vine a acompañarla porque lo sigue mucho”, contó.
El color también estuvo en manos de los emprendedores. Desde gorras y pilusos con precios entre $10.000 y $12.000, hasta llaveros con la cara del cuartetero a $3.000, el merchandising fue parte del paisaje.
La antesala musical estuvo a cargo de La T y La M, quienes hicieron vibrar al público con “Pa’ la selección” y otros temas. A las 22:20, Jiménez apareció en escena con un traje dorado de lentejuelas y abrió la primavera con “Amor de mañana”.
Durante más de dos horas, el artista repasó clásicos como “Quién se ha tomado todo el vino”, “La pupera”, “Beso a beso”, “El bum bum” y “Un ramito de violetas”. Además, saludó a fanáticos de diferentes provincias y leyó carteles y banderas levantadas por la multitud.
Entre los testimonios, se destacó el de Cristian Cibello, que viajó desde Córdoba con una bandera en memoria de su sobrino fallecido: “Le prometí que la llevaría a todos los shows de La Mona”, dijo con emoción.
El cuarteto y la cumbia retumbaron en las sierras puntanas, consolidando a Jiménez como el indiscutido Rey del Cuarteto.
ANSL