El panorama económico argentino sigue marcado por tensiones y señales mixtas. Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, proyecta un crecimiento sostenido para los próximos años, las últimas estadísticas del INDEC revelan que la industria y la construcción continúan en números negativos, lo que obstaculiza la salida definitiva de la recesión.
Por otro lado, la Universidad Católica Argentina (UCA) informó una leve mejora en los índices de pobreza, que ahora se sitúan por debajo del 50%. Aunque el dato representa un avance, el nivel sigue siendo alarmante y resalta la persistente desigualdad social.
Caputo: “Argentina liderará el crecimiento mundial”
Durante la Conferencia Política de Acción Conservadora, Luis Caputo expuso un ambicioso panorama económico. Entre sus afirmaciones destacó:
- Reducción de la inflación: del 25% al 2,7% en el índice minorista.
- Disminución del déficit fiscal: una tarea lograda en un mes, según el ministro.
- Recomposición de reservas internacionales: señalada como clave para fortalecer la economía.
Además, el funcionario resaltó la reducción de la brecha cambiaria, que pasó del 200% a menos del 10%, y el enfoque en desregulaciones para incentivar el crédito y la inversión privada.
Inversiones y competitividad, los grandes desafíos
El economista estadounidense Arthur Laffer, invitado a Buenos Aires, elogió las reformas fiscales pero subrayó la necesidad de eliminar el cepo cambiario. “Un país que no permite la libre movilidad de capitales espanta a los inversores”, afirmó.
En el mismo tono, Caputo enfatizó que las desregulaciones y la baja de impuestos son clave para mejorar la competitividad del sector privado. Se espera que para 2025 Argentina crezca un 5%, impulsada por la recuperación del consumo y el poder adquisitivo. Sin embargo, los sectores productivos exigen medidas concretas para reducir costos logísticos, tributarios y regulatorios.
Pobreza: señales de mejora, pero un largo camino por recorrer
El informe “Deudas sociales en la Argentina del siglo XXI (2004-2024)”, de la UCA, refleja una caída en la pobreza, con una proyección que podría llevar el índice al 40% en el próximo año. Sin embargo, el equipo económico reconoce que el ritmo de mejora dependerá de la dinamización del sector privado, en un contexto donde el mercado laboral todavía no termina de despegar.