
En “El Potenciómetro” por VMI Radio 88.1, dialogamos con Karina Sarro, una docente bonaerense que fue seleccionada entre los 10 finalistas del Global Teacher Prize, un prestigioso galardón internacional conocido como el Nobel de Educación. El premio, otorgado por la Fundación Varkey en colaboración con la Unesco, se entregará en febrero en Dubái y otorga un millón de dólares al ganador.
Karina Sarro logró su lugar en la final tras competir con más de 5.000 postulantes de 90 países. En diálogo con Daniel Arce y Anto Magnano, compartió su emoción y sorpresa por la nominación. “Parece que fue mi marido quien me postuló. Él siempre está conmigo y yo lo torturo con estas grandes obras que hacen mis amados peques”, dijo entre risas.
La educadora trabaja en cuatro instituciones y se especializa en crear clases inclusivas y dinámicas. “Mis clases son sumamente inclusivas, tratamos de no dejar a nadie fuera”, afirmó. Su método se basa en la escucha activa, el uso de tecnología y la colaboración con los estudiantes.
Sarro enfatizó la importancia de la adaptación tecnológica en la educación, sin perder el rol esencial del docente. “Las tecnologías acompañan al docente, pero no lo reemplazan. Tener estas herramientas genera una dinámica áulica muy interesante”, explicó.
Asimismo, resaltó la importancia del contexto social en el aprendizaje. “Muchos chicos llegan a clase sin haber comido o enfrentan situaciones complejas”, señaló. También mencionó la relevancia del vínculo con las familias, y contó cómo involucró a los padres en un proyecto de recetas culinarias para enseñar algoritmos.
De cara al futuro, si ganara el premio, Sarro sueña con expandir su proyecto “E-peques”, una consultora educativa pensada para brindar herramientas a docentes en todo el país. “Me encantaría llevar esta iniciativa a toda la Argentina”, expresó.