James Hetfield, entre guitarras, demonios y mate

A los 62 años, el líder de Metallica atraviesa un presente de introspección, lejos del caos y cerca de sus raíces.

James Hetfield, voz y guitarra de Metallica, está viviendo un nuevo capítulo en su vida. A sus 62 años, el líder de una de las bandas más influyentes del heavy metal transita un camino de transformación personal, sin perder el filo musical que lo hizo leyenda.

Desde los días gloriosos de los ’90 hasta hoy, Hetfield no solo dejó huella con riffs memorables, sino también con una historia marcada por luchas internas, superación y una conexión cada vez más profunda con su público, especialmente el argentino.

El show de Moscú y el inicio de una leyenda

Metallica se convirtió en mito viviente tras el icónico concierto en Moscú de 1991, donde casi dos millones de personas vibraron con su música en plena caída de la URSS. Ese show no solo consolidó su fama global, también marcó un antes y un después en la historia del rock pesado.

Desde entonces, la banda se mantuvo firme como referente del género, adaptándose sin perder esencia. Hetfield, por su parte, fue transitando sus propias tormentas personales.

Adicciones, renacimiento y una nueva filosofía

En los últimos años, Hetfield se volcó a un trabajo introspectivo profundo. En 2023, compartió una reflexión que sintetiza su presente:

“Descubrí que buscar la felicidad de manera incansable es inútil. Cuando acepto y aprecio lo que tengo, puedo crear felicidad allí mismo.”

Esa mirada lo llevó a enfrentar su alcoholismo, buscar ayuda profesional y redefinir su relación con la música. “Tuve un renacimiento porque reconocí la necesidad de pedir ayuda”, reconoció.

El mate, símbolo de conexión con Argentina

Un aspecto poco conocido de Hetfield es su vínculo con Argentina, cultivado a través de su exesposa, Francesca Tomasi, y reforzado por una bebida: el mate.

El líder de Metallica ha sido visto cebando en pleno escenario, en giras por Sudamérica, y ha confesado que esta infusión lo ayudó a mantener la concentración y la sobriedad.

“El mate me ayudó a concentrarme y a mantenerme sobrio”, dijo en más de una entrevista.

Este gesto, simple pero significativo, lo acercó aún más a sus seguidores latinoamericanos, quienes ven en él no solo a un rockero, sino a alguien que respeta y abraza sus costumbres.

Música, técnica y evolución

A pesar de los años, Hetfield sigue desafiándose. Entre las canciones que más le cuestan interpretar en vivo están “My Apocalypse” y “That Was Just Your Life”, por su complejidad técnica.

La banda, en tanto, ha sabido adaptarse a las nuevas épocas sin perder la contundencia que los caracteriza. El compromiso con el arte sigue intacto, y Hetfield es, aún hoy, un músico en constante evolución.

Legado y futuro

La historia de James Hetfield es la de un hombre que, desde los escenarios más imponentes del planeta, eligió mirar hacia adentro. Su legado artístico es indiscutible, pero su historia de superación personal lo vuelve aún más humano y cercano.

Con cada disco, con cada mate y con cada acorde, la historia de Metallica sigue escribiéndose. Y Hetfield, una vez más, demuestra que el rock no solo se toca: también se vive.