Hepatitis C: una enfermedad silenciosa con cura al alcance

¿Quiénes deben realizarse el test? Factores de riesgo y acceso gratuito

El Día Mundial del Testeo de Hepatitis se conmemora este lunes, una fecha clave para concientizar sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo y a unas 250 mil en Argentina. Las hepatitis virales suelen ser silenciosas, avanzando sin síntomas hasta causar daños irreversibles como cirrosis, cáncer de hígado o la necesidad de un trasplante.

La Asociación Civil Buena Vida, dedicada al acompañamiento de pacientes hepáticos, enfatiza la importancia del testeo gratuito y accesible, especialmente para la hepatitis C, una infección que hoy tiene tratamientos curativos en pocas semanas, cubiertos por obras sociales, prepagas y el Estado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 50 millones de personas viven con hepatitis C a nivel global, pero el 80% desconoce su diagnóstico.

“Es un problema de salud pública, pero también una oportunidad: tiene cura. Necesitamos encontrar a quienes no saben que la padecen”, afirmó Rubén Cantelmi, presidente de Buena Vida y paciente curado.

¿Quiénes deben testearse?

La principal vía de contagio es el contacto con sangre infectada. Aunque desde 1992 se regula el uso de sangre segura en transfusiones, muchos adultos estuvieron expuestos antes de esa fecha. Los grupos de riesgo incluyen:

  • Quienes recibieron transfusiones o hemoderivados.

  • Personas en tratamiento de diálisis.

  • Quienes se realizaron cirugías, tatuajes o procedimientos odontológicos sin protocolos seguros.

  • Usuarios de drogas inyectables o quienes compartieron elementos para su consumo.

  • Personas que estuvieron en prisión.

“El test es rápido, gratuito y disponible en centros de salud. Un pinchazo en el dedo puede evitar complicaciones graves”, destacó Cantelmi.

Microeliminación: el camino hacia la erradicación

La OMS y la Alianza Mundial para la Hepatitis promueven esta estrategia, que busca llevar el testeo a poblaciones de alto riesgo (cárceles, centros de adicciones, barrios vulnerables). En Argentina ya hay experiencias piloto que combinan detección y diagnóstico rápido para acelerar el acceso al tratamiento.

“Eliminar la hepatitis C es posible, pero requiere compromiso político, financiamiento y participación social”, señalaron desde Buena Vida, que trabaja para facilitar cada paso del proceso: desde el testeo hasta la entrega de medicación.