Feriado XXL: Noviembre llega con un fin de semana super largo

El Gobierno definió el último feriado puente del año, combinando el Día de la Soberanía Nacional con un día no laborable turístico.

El Gobierno nacional confirmó que el último fin de semana extra largo del año será del viernes 21 al lunes 24 de noviembre, en el marco del calendario oficial de feriados. La medida apunta a reactivar el turismo interno en el tramo final del año, antes del inicio de la temporada de verano.

El período unirá un día no laborable con fines turísticos con el feriado trasladado del Día de la Soberanía Nacional, ofreciendo así cuatro días consecutivos de descanso.

🔹 Feriado puente y conmemoración nacional

El viernes 21 será no laborable con fines turísticos, el último de los tres que el Ejecutivo puede fijar anualmente. En tanto, el lunes 24 de noviembre se trasladará el Día de la Soberanía Nacional, originalmente el 20 de noviembre, en homenaje a la Batalla de la Vuelta de Obligado (1845).

La medida se enmarca en la Ley 27.399, que permite mover los feriados a lunes para favorecer la actividad turística y mejorar la organización económica de los sectores vinculados al ocio y los servicios.

🔹 Implicancias laborales

El viernes 21 será un día optativo para el sector privado: cada empleador podrá decidir si otorga descanso o mantiene la jornada laboral sin pago adicional.
Por su parte, el lunes 24 de noviembre será feriado nacional obligatorio, lo que implica que quienes trabajen percibirán el doble de su salario diario habitual.

🔹 Agenda local y cierres provinciales

Previo a esta fecha, algunos municipios celebrarán asuetos locales. El 7 de noviembre, por ejemplo, será no laborable en Tapalqué (Buenos Aires) y Villa Regina (Río Negro) por sus aniversarios fundacionales.

Estas celebraciones incluirán actos, propuestas culturales y eventos gastronómicos que refuerzan la identidad regional y el turismo de cercanía.

🔹 Una fecha con historia

La Batalla de la Vuelta de Obligado, ocurrida en 1845, fue un enfrentamiento clave entre la Confederación Argentina —liderada por Juan Manuel de Rosas y comandada por Lucio N. Mansilla— y la escuadra anglo-francesa que buscaba imponer el libre comercio en los ríos interiores.

Aunque el resultado militar fue adverso, la resistencia criolla marcó un hito en la defensa de la soberanía nacional, consolidando un legado histórico que hoy se recuerda como símbolo de independencia económica y política.