En la tarde de este viernes, hallaron sin vida a Nelson Ariel Romero en el barrio Ayres Argentinos de Río Gallegos. El cadáver fue descubierto en las cercanías de Chimen Aike.
El empresario dedicado a la seguridad privada, de 56 años, fue visto por última vez el pasado lunes 19 de agosto a las 20. El hombre salió con su camioneta, una Ford Ranger blanca con logos de la empresa para la que trabajaba, y con su perro, un bulldog francés de color blanco y negro.
Un día después, en horas de la noche, la Policía descubrió el vehículo abandonado en el pasaje El Salvador y Estados Unidos. Además, su perro fue encontrado cerca del barrio Marina.
Estos hallazgos resultaron clave para la investigación, ya que poco después, las autoridades allanaron una vivienda en la calle Estados Unidos N° 75, donde detuvieron a José Daniel Cabrera Gallardo, un suboficial del Ejército de 27 años.
Las fuentes policiales revelaron que las pruebas recogidas en la casa de Gallardo y en la camioneta del empresario apuntaban a la hipótesis de un crimen. Entre los indicios, se identificaron manchas de sangre y pertenencias de Romero, lo que reforzó la teoría de un posible homicidio.
Asimismo, la investigación se enfocó en una transferencia de medio millón de pesos realizada desde el celular de la víctima hacia la cuenta de un joven no identificado, lo que sugiere la posible implicación de más personas en el caso.
Este miércoles, la Policía intensificó la búsqueda en una zona específica de Río Chico, incluyendo la reserva natural y la pista de aterrizaje. Más de 70 efectivos de distintas divisiones, entre ellos la DDI, División Canes, Operaciones Rurales y Cadetes, participaron en el operativo.
Ayer, los rastrillajes se trasladaron a la zona de canteras ubicado en las afueras del barrio Los Álamos y Forestal, cerca de la intersección de la Ruta Provincial 53. En el lugar, estuvo presente personal de la Policía de Santa Cruz, de la División Canes, junto a un equipo de Protección Civil.
Dicho operativo de búsqueda estuvo centrado en una de las canteras abandonadas de la zona, donde se ubica un gran basural clandestino. Los equipos de la Policía se distribuyeron igualmente en un amplio terreno, llegando a cubrir hasta las inmediaciones de las vías del ferrocarril, en los terrenos más alejados de las zonas pobladas.