El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, anunció la implementación de pistolas Taser para los policías encargados de la seguridad en las líneas de subtes. Estas armas de baja letalidad buscan neutralizar delincuentes en situaciones de riesgo sin poner en peligro la vida de los pasajeros ni de los oficiales en un espacio cerrado y concurrido como el subterráneo.

Una solución para los subtes

Con el objetivo de mejorar la seguridad en un lugar que transporta a 900 mil pasajeros por día, Macri destacó que el uso de las Taser es una herramienta clave para actuar rápidamente sin recurrir a armas de fuego: “El subte es un lugar cerrado y, si hay un delincuente, es muy difícil para el policía utilizar un arma de fuego. La Taser nos permite actuar de manera eficaz, rápida, reducir al delincuente, sin poner en riesgo la vida de ningún vecino ni del policía”.

Anuncio VMI

Las pistolas Taser son dispositivos electrónicos diseñados para inmovilizar momentáneamente al delincuente sin causar daños permanentes, lo que evita la necesidad de emplear armas letales en zonas densamente pobladas.

Expansión gradual y otras medidas de seguridad

El despliegue de las Taser comenzará en las estaciones con mayor tráfico y en las cabeceras de las líneas de subte, con la intención de ampliar su uso a otras zonas de la red. La implementación será gradual y está previsto que continúe hasta fin de año.

Macri subrayó que la Ciudad de Buenos Aires busca estar a la altura de otras grandes ciudades del mundo que ya emplean estas tecnologías, como Estados Unidos, Alemania, España y Brasil.

Además, en septiembre, la Policía porteña sumó 500 pistolas Byrna, otra opción de baja letalidad. A diferencia de las Taser, las Byrna utilizan aire comprimido y pueden neutralizar amenazas a una distancia de 20 metros, lo que las convierte en una herramienta ideal para incidentes callejeros.

Con estas medidas, la Ciudad apunta a seguir fortaleciendo su estrategia preventiva y mantenerse proactiva, ajustando el uso de estas tecnologías según el mapa del delito y las necesidades específicas de cada zona.