Villa Mercedes | Hace algunos años, una conocida familia local protagonizó un fuerte conflicto con el ex-intendente Mario Raúl Merlo. El jefe de familia, un hombre con más de 20 hijos, soñaba con la ambiciosa idea de crear una “ciudad propia”. Para lograrlo, planificó regalar terrenos en sus numerosas hectáreas, con la esperanza de que, una vez poblado el lugar, el municipio se vería obligado a proveer servicios básicos, lo que dispararía el valor de las tierras.
Sin embargo, la estrategia no salió como esperaba. Merlo no accedió a llevar más que los servicios justos y necesarios, y en respuesta, el municipio lanzó una ordenanza municipal que prohibía la venta de terrenos que no contaran con servicios básicos. Esta medida detuvo temporalmente el proyecto inmobiliario de la familia.
Tras el fallecimiento del jefe de familia, sus herederos retomaron el negocio de la venta de terrenos. En barrios como Ciudad Jardín y Kilómetro 4, surgieron nuevas viviendas sin las conexiones necesarias. Ante las reiteradas quejas de los nuevos vecinos y la falta de servicios, el municipio, ya bajo la gestión del actual intendente Maximiliano Frontera, decidió intervenir. Se pavimentaron 33 cuadras y se realizaron 260 conexiones domiciliarias, mejorando la calidad de vida en la zona.
Sin embargo, este esfuerzo no ha logrado detener el avance del negocio inmobiliario. Los terrenos continúan vendiéndose sin los servicios adecuados, lo que ha complicado aún más el abastecimiento en Ciudad Jardín y otras áreas de Villa Mercedes. Además, el barrio ha experimentado un incremento notable en su población, con la llegada de inmigrantes indocumentados y personas provenientes de Buenos Aires y Rosario.
La situación plantea serias interrogantes sobre el impacto de este crecimiento descontrolado en la ciudad y sobre las medidas que tomará el municipio para regular esta problemática.
Fuente:Círculo Rojo