Nafta

A la medianoche del 31 de mayo, el precio de los combustibles en Argentina volvió a subir un 4% en promedio, marcando el sexto ajuste del año. En las estaciones de servicio de YPF, el litro de Súper ya superó los mil pesos, mientras que algunas estaciones de Shell aún no habían actualizado sus carteleras en las primeras horas de la mañana.

En detalle, el litro de Infinia se posicionó en $1.256, el Diesel 500 en $1.077, y la Infinia Diesel en $1.277 en las estaciones de YPF. Este aumento responde a la actualización de los impuestos a los combustibles y a la decisión de las petroleras de mantener su rentabilidad frente a la depreciación del peso argentino.

Con este ajuste, los combustibles acumulan un incremento del 62% en lo que va del año, y desde noviembre del año pasado, los aumentos alcanzan un asombroso 262%.

El sector petrolero ha señalado que, a pesar de estos incrementos, los precios aún están retrasados. No obstante, reconocen la necesidad de moderar los ajustes debido a la fuerte caída en el consumo en un contexto recesivo. Desde diciembre, las ventas de combustibles han disminuido un 17% a nivel nacional, según cálculos de los estacioneros. En particular, el consumo de nafta premium ha sufrido una caída del 22.6%.

Estos aumentos han llevado a que el precio de la nafta y el gasoil en Argentina se equipare con los valores de los países vecinos, disminuyendo la conveniencia para los extranjeros de cargar combustible en el mercado local. Esta situación plantea un desafío adicional para el sector, que deberá equilibrar la necesidad de ajustes con el impacto en el consumo y la competitividad regional.