Victoria Villarruel llevaba meses sin contacto con Santiago Caputo, el estratega presidencial. La vicepresidenta y el asesor habían cortado toda comunicación desde que el conflicto con el “triángulo de hierro” se volvió insostenible. Sin embargo, horas antes de la crucial sesión en el Senado, donde el oficialismo perdería todas sus votaciones, Caputo le envió un audio por WhatsApp pidiéndole que no habilitara la sesión. Villarruel lo escuchó en altavoz frente a su equipo, no respondió, y decidió avanzar con la apertura del recinto.
El resultado fue una derrota unánime para el Gobierno: se aprobaron la corrección jubilatoria, la moratoria previsional y cambios en la distribución de fondos a las provincias. “Traidora”, la llamó Javier Milei en un discurso, mientras la interna se profundizaba.
Mientras el Gobierno enfrentaba el revés en el Senado, otro escándalo crecía: el vuelo privado del empresario Leonardo Scatturice, vinculado a Milei y la CPAC (conservadores estadounidenses). Según un informe fiscal, hubo irregularidades en los controles aduaneros:
-
📌 El avión declaró salir de un aeropuerto, pero partió de otro.
-
📌 La ANAC nunca registró su llegada.
-
📌 Aduana no precintó la nave, pese a estar en tránsito con valijas adentro.
-
📌 La Policía Federal envió videos intermitentes del hangar.

Manuel Adorni insistió en que fue un “tema de privados”, pero el juez Pablo Yadarola espera un informe de EE.UU. para determinar si hubo controles reales antes del despegue.
