El periodista Diego Cabot, autor de la investigación de los “cuadernos de las coimas”, reconstruyó los orígenes de la causa que desnudó una red de sobornos millonarios durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner. Según relató, todo comenzó cuando el chofer Óscar Centeno le entregó sus cuadernos de anotaciones a través de un intermediario, temeroso de que fueran hallados en un allanamiento.
Cabot detalló en diálogo con Radio Rivadavia que el caso “empezó literalmente con los famosos cuadernos”. Desde entonces, el equipo periodístico de La Nación realizó un minucioso proceso de verificación de cada dato, cruzando nombres, fechas y registros oficiales. “Era un trabajo artesanal —contó—, armamos una base de datos, reescribimos todo y chequeamos la verosimilitud de cada entrada”.
El periodista destacó que la trama de los bolsos con dinero fue “tan primitiva y visible” que permitió al público comprender fácilmente la magnitud del esquema: “Esa cosa de llevar el bolso para buscar la recaudación lo hizo muy imaginable”.

Hostigamiento y amenazas
Cabot recordó también los intentos de desacreditar la investigación. “Hubo una violencia judicial enorme. Intentaron abrir mi teléfono, revisar cámaras del diario y hasta crearon una causa paralela”, denunció. Añadió que sufrió robos, amenazas y seguimientos incluso durante el gobierno de Alberto Fernández: “Me robaron tres veces en un mes”, dijo.
El periodista sostuvo que la sorpresa fue clave para evitar que los involucrados desarticularan el caso: “Era un grupo con mucho dinero y reflejos rápidos, pero no tuvieron tiempo de armar defensa”.
“La causa de las fotocopias”
Consultado por las declaraciones de Cristina Kirchner, quien descalificó el expediente llamándolo “la causa de las fotocopias”, Cabot respondió que “la palabra de la expresidenta me tiene sin cuidado”, y recordó que ella misma pidió su detención en un escrito judicial.
A pesar de los intentos de deslegitimar la investigación, el periodista considera que el trabajo se sostuvo por la solidez de las pruebas y la congruencia de los datos. “Incluso cuando algunos empresarios dijeron que los pagos eran aportes de campaña, terminaron confirmando que hubo entregas de dinero”, señaló.
