Una vecina de Villa Mercedes, Claudia Alejandra Martínez, atraviesa una situación límite con su hijo Juan Carlos Barreiro, de 28 años, quien posee una discapacidad del 90% y padece problemas de adicciones desde la adolescencia. La mujer, jubilada y en situación de vulnerabilidad, asegura que la justicia no le brinda respuestas pese a los reiterados pedidos de asistencia.
Martínez contó que su hijo ha tenido episodios de violencia, destruyó su vivienda y provocó al menos seis incendios. “No es que no lo quiera tener, es que no puedo. Me ha vendido las puertas, las ventanas, y me ha destruido la casa”, explicó entre lágrimas.
La madre afirma que la jueza interviniente la obliga a hacerse cargo del joven, a pesar de que ella misma padece problemas de salud y no tiene medios económicos para hacerlo. “Yo necesito que lo internen, que esté en un lugar donde esté bien y lo puedan atender. Yo no puedo más”, expresó.
Según relató, el conflicto con su hijo comenzó a los 14 o 15 años, cuando empezó con el consumo problemático. Desde entonces, asegura haber recurrido a distintas dependencias judiciales, como el Juzgado de Familia y el área de Niñez e Incapaces, sin obtener una solución concreta.
“Hace diez años que voy y me dicen siempre lo mismo: que no hay lugar o que tengo que pagar. Pero yo cobro la mínima”, lamentó.
Vecina del barrio La Ribera, Claudia vive sola y sostiene que cuenta con el apoyo de sus vecinos, pero insiste en que la situación pone en riesgo su integridad física y la de su hijo. “No quiero culpar a nadie, solo que alguien me escuche y ayude a encontrar una salida humana y real.”
