Denuncian ejecuciones sumarias tras la masacre en Río de Janeiro

Familiares y organismos de derechos humanos aseguran que hubo disparos en la nuca y cuerpos con las manos atadas durante el megaoperativo policial.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos y familiares de las víctimas exigieron la intervención de mediadores internacionales, luego de conocerse nuevas denuncias de ejecuciones sumarias y torturas tras el megaoperativo policial que dejó al menos 120 muertos y un centenar de heridos en las favelas de Penha y Alemão, en Río de Janeiro.

De acuerdo con el diario Correio Brasiliense, integrantes del grupo Tercer Comando Puro (TCP) habrían aprovechado el caos generado por la incursión policial para ejecutar a miembros del Comando Vermelho (CV), su principal rival en el narcotráfico carioca.

Una de las víctimas, Wellington Brito, de 21 años, fue hallado con las manos atadas y signos de tortura. Su madre, Taua Brito, denunció que la Policía impidió el acceso a la zona donde yacían los cuerpos durante horas: “Hubo tiempo de ayudarlo. Estaba atrapado, atado. Dejaron morir a mi hijo”, declaró al diario Folha de São Paulo.

Ejecuciones extrajudiciales y violencia extrema

La abogada y activista Flávia Fróes informó que varios cuerpos presentan heridas de bala en la nuca, puñaladas y lesiones en las piernas, lo que refuerza la hipótesis de ejecuciones extrajudiciales.
Según las investigaciones, circulan videos difundidos por miembros del TCP en los que se observa la ejecución de presuntos integrantes del CV en plena vía pública. En uno de ellos, los atacantes gritan: “Traigan más, carajo”, tras disparar en la cabeza a un joven.

Otra mujer denunció que a su hijo, de 19 años, lo decapitaron y exhibieron su cabeza como trofeo. “Entraron matando, no buscando detener. Fue una masacre”, expresó con dolor.

Ante la magnitud de las acusaciones, organizaciones internacionales solicitaron la presencia de observadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y expertos de la ONU para investigar posibles violaciones graves a los derechos humanos en Brasil.