En un insólito error de seguridad, Maximiliano Ariel Acosta fue detenido en La Paz, Mendoza , tras un control de Gendarmería Nacional en la Ruta Nacional 7. Los agentes confundieron 18 envases de talco con cocaína y procedieron a detener al joven, quien pasó 21 días preso. La situación alcanzó el nivel de escándalo cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, llevó a cabo el operativo en sus redes, afirmando que la detención era un logro contra el narcotráfico. Sin embargo, la realidad era muy distinta.

Un falso positivo y una detención injusta

El arresto de Acosta ocurrió durante un control de rutina, en el que los gendarmes realizaron una prueba de campo preliminar que, erróneamente, arrojó positivo para cocaína en los envases de talco. Convencidos de que habían encontrado “dos kilos de droga”, los agentes detuvieron a Acosta y lo trasladaron primero a Tribunales Federales y luego a la cárcel federal de Cacheuta. La ministra Bullrich compartió su entusiasmo en redes sociales, describiendo el operativo como un éxito que demostraba que “la seguridad de nuestro país va un paso adelante de los delincuentes”. Sin embargo, no esperaron a la confirmación de laboratorio, lo que más tarde demostraría ser un error.

El bochorno y la liberación sin respuestas

Tres semanas después, se demostró que el polvo blanco en los envases no era otra cosa que talco común . La familia de Acosta denunció que, al momento de su liberación, el joven fue abandonado en la Ruta 7, sin medios para regresar ni explicaciones . Además, al recuperar sus pertenencias, notaron que algunas habían desaparecido. La falta de disculpas oficiales y de respuestas ha incrementado la indignación, exponiendo, una vez más, las falencias en los controles de calidad de los operativos y la imprudencia en la comunicación pública de celebraciones prematuras .

Este caso se suma a otros en los que la falta de rigor en las pruebas químicas preliminares y la presión por mostrar resultados inmediatos llevan a errores judiciales que perjudican gravemente a ciudadanos inocentes.