Este martes 5 de noviembre, el tribunal de la Sala de Juicios Orales Nº 1 en Villa Mercedes condenó a 16 años de prisión a Santiago Gil, al declararlo autor penalmente responsable del homicidio simple de Juan José Ochoa. El tribunal, compuesto por el Dr. Mauro D’Agata Henríquez como presidente, y los vocales Dra. Daniela Estrada y Dr. Sebastián Cadelago Filippi, emitió el veredicto tras los alegatos finales y un breve cuarto intermedio.

Un conflicto que terminó en tragedia

Los hechos juzgados ocurrieron el 15 de enero de este año, cuando Ochoa, propietario de un complejo de departamentos en la calle General Paz, mantuvo una discusión con el acusado por una bicicleta que obstruía el paso en el pasillo interno del inmueble. Según la reconstrucción de los hechos, el altercado escaló a golpes de puño, tras lo cual Gil regresó al departamento donde estaba alojado. Sin embargo, tiempo después volvió al pasillo y atacó a Ochoa con dos elementos punzocortantes, uno de los cuales le provocó una herida mortal.

El veredicto: “Homicidio simple”

En la audiencia de hoy, el tribunal aceptó el testimonio de la médica forense, quien aportó pruebas clave sobre la mecánica de las heridas. Luego de cerrar la etapa probatoria, comenzó la presentación de alegatos. La querella, representada por el Dr. José Gabriel Melano, aseguró que las pruebas demostraron que Ochoa no había tenido actitudes agresivas y que el conflicto fue impulsado únicamente por la bicicleta mal estacionada. Para la querella, el acusado actuó con dolo y plena intencionalidad de causar daño, por lo que solicitó una pena de 20 años de prisión.

En su intervención, el Fiscal Dr. Néstor Lucero coincidió en la existencia de intencionalidad homicida y la gravedad de la violencia empleada. Lucero destacó la falta de provocación de Ochoa, y solicitó 18 años de cárcel para el acusado.

Defensa y alegato final

La Defensa, a cargo de la Dra. Rocío Mediavilla, centró su argumentación en que la agresión fue una respuesta a un contexto de pelea, subrayando que Santiago Gil estaba bajo los efectos del alcohol y que actuó en defensa propia tras un conflicto que, según ella, fue iniciado por otros. La defensora solicitó una pena mínima, argumentando que su cliente carece de antecedentes y sugiriendo que el caso podría encuadrarse como exceso en la legítima defensa.

La sentencia y sus implicancias

El tribunal, tras evaluar los alegatos de ambas partes y los testimonios, dictaminó que Santiago Gil es responsable del delito de homicidio simple y lo condenó a 16 años de prisión en el Servicio Penitenciario Provincial. El caso, que comenzó como un conflicto aparentemente menor, ha dejado profundas marcas en la comunidad y resalta las consecuencias devastadoras de una respuesta violenta a una discusión trivial.