Este jueves, el Tribunal Oral Federal N°7 dio inicio al juicio por la Causa Cuadernos, considerada una de las mayores investigaciones de corrupción en la historia del país. En el banquillo de los acusados se encuentran Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido, José López, Roberto Baratta y Óscar Centeno, entre otros 87 imputados, acusados de integrar una presunta asociación ilícita destinada a recaudar coimas millonarias a cambio de contratos de obra pública.
El caso se originó a partir de las anotaciones del chofer Óscar Centeno, quien registró durante años un presunto circuito de sobornos entre empresarios y funcionarios durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003–2015). La investigación encabezada por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli reveló un sistema de recaudación ilegal de fondos que involucraría miles de millones de dólares.
Según la fiscalía, los acusados “integraron una estructura delictiva” que funcionó durante más de una década y que tenía como finalidad “enriquecerse ilícitamente y financiar otros delitos”. Los pagos, según la causa, se realizaban en domicilios oficiales como la Casa Rosada, la Residencia de Olivos o las propiedades particulares del matrimonio Kirchner.
Un proceso extenso y con transmisión pública
Debido a la magnitud del expediente, el juicio se realizará de manera virtual, con audiencias semanales los jueves a las 9:30, que podrán seguirse en vivo por YouTube. Inicialmente se prevé que el proceso se extienda más de tres años, aunque el ritmo podría acelerarse o reducirse dependiendo del número de declaraciones.
En esta primera etapa, los magistrados Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli analizarán los cargos y testimonios de los arrepentidos, una figura clave en el caso.
Arrepentidos, empresarios y funcionarios en la mira
Entre los arrepentidos figuran José López, Ángelo Calcaterra (IECSA), Carlos Wagner (Esuco), Aldo Roggio (Grupo Roggio), Gerardo Ferreyra (Electroingeniería), Hugo Eurnekian (Corporación América) y Enrique Pescarmona (IMPSA), entre otros. Todos reconocieron haber pagado sobornos o participado en maniobras irregulares.
Los jueces rechazaron los intentos de varios empresarios de cerrar acuerdos económicos para evitar el juicio, al considerar que “la corrupción se juzga y no se negocia”. La Unidad de Información Financiera (UIF) también se opuso a cualquier reparación económica.
Los cuadernos, pieza central del caso
Una pericia caligráfica de Gendarmería Nacional confirmó este año la autenticidad de los escritos de Centeno, ratificando que los cuadernos fueron redactados de su puño y letra. Faltaría solo uno de los originales, el denominado cuaderno 5, pero el resto coincide con las copias digitales presentadas ante la Justicia.
De este modo, comienza un juicio histórico que marcará un antes y un después en la política argentina, con una lista de acusados que reúne a figuras centrales del poder político y económico de las últimas dos décadas.
