La más intimidante fue dirigida hacia la hija del futbolista, en la inmobiliaria de la hermana, donde le dejaron una cabeza de cerdo con una bala en la frente y un mensaje que decía: “Si volvés, la próxima, es la de Pía. Hacé caso y no vengas. Nosotros no tiramos papelitos. Tiramos tiros y muerto”.
Ante esta situación, Di María optó por la seguridad de su familia y no quiso arriesgarse a que pueda suceder algo trágico. “”La decisión de no volver la tomé yo, después de que pasó la primera amenaza. Estaba en Estados Unidos con la Selección y ahí dije que era imposible, eso fue el 25 de marzo”, declaró el futbolista en una entrevista con Rosario 3.