Canto Libre: la academia de canto de Damián Rodríguez que transforma voces y vidas

En Villa Mercedes y Justo Daract, los talleres de Damián te invitan a aprender, divertirte y cumplir sueños musicales.

En una sala iluminada por la calidez de la música, un grupo de alumnos se reúne con un mismo objetivo: cantar. Pero lo que sucede allí va mucho más allá de aprender técnicas vocales de canto, es un espacio de encuentro, de recuerdos que resurgen, de sueños que se concretan. Todos coinciden en algo: la música es un cable a tierra que les devuelve la alegría y les permite expresarse sin barreras.

El responsable de que esto fluya con tal naturalidad es el Músico, Cantante y Compositor Sergio Damián Rodríguez, quien describe su pasión por enseñar como algo más que técnico: “Me gusta ver el progreso de cada alumno, en las clases y en el escenario frente al público. La sensación de gratitud que veo en el rostro de cada uno al concretar una puesta en escena me llena de alegría”.

Además, cuenta que todos sus grupos, tanto en Villa Mercedes como en Justo Daract, mantienen una excelente relación y compañerismo. “Es un vínculo hermoso. Creo que, además, varios se encuentran saldando cuentas pendientes de sus vidas, y eso es muy valioso”.

Sobre su enfoque, explica que la voz es un instrumento natural de todos y que siempre se puede aprender a usarla mejor:La voz es un instrumento que todos tenemos, y siempre se puede aprender a usarla mejor”.

En Canto Libre no solo se practican ejercicios de respiración, calentamiento y afinación. También se prepara a cada estudiante para enfrentarse al público, entendiendo que la música es tanto técnica como interpretación. Por eso, uno de los sellos distintivos de la academia son sus dos galas anuales, que se realizan en junio y diciembre, cumpliendo la función de verdaderos escenarios de aprendizaje y celebración, en los que los alumnos muestran todo lo trabajado durante el año.

Otro aspecto clave de la formación es la grabación en estudio. Cada uno de ellos tiene la posibilidad de registrar su voz profesionalmente, viviendo en carne propia lo que implica una sesión real. Esta experiencia no solo fortalece su confianza, sino que les permite construir un material tangible para compartir en redes y con su público.

“Nuestro objetivo es que cada alumno descubra su voz y su estilo, y que al mismo tiempo gane experiencia profesional tanto en el estudio como en el escenario”, explica Rodríguez.

Canto Libre se consolida así como un espacio único para quienes quieren crecer como artistas y vivir la música en todas sus dimensiones: aprendizaje técnico, práctica escénica, grabación profesional y contacto directo con el público.

Villa Mercedes Info dialogó con alguno de sus alumnos y logramos conocer y escuchar diferentes testimonios. Uno de ellos es Juan Rodríguez, para él la pandemia y la jubilación fueron el detonante de un viejo anhelo: dedicarse al canto. “Son deudas pendientes que tengo con la vida cuando era joven”, confiesa. Eligió la música mexicana, se imagina charro de mariachi y ensaya en su casa para sus nietos. Pero no se limita a un solo género: también interpreta a Luis Miguel, Cristian Castro, Alejandro Fernández y Javier Solís.

Sobre su profesor, Damián, Juan no tiene dudas: Tiene un carisma especial para los alumnos. Siempre nos apoya, nos motiva y nos enseña que se puede mejorar. Es paciente y eso hace que podamos soltarnos”. 

Por otra parte, Silvia Morales llegó este año al taller y rápidamente descubrió un espacio de contención y aprendizaje.Es como una terapia, un cable a tierra para salir de lo cotidiano”, dice. Su inclinación es el folclore, le encanta bailar y cantar, y destaca que gracias a Damián aprendió a usar su voz y moverse en el escenario: “Son muchas cosas nuevas que suman y ayudan”.

Para Silvia, la paciencia y el acompañamiento del profesor son clave: “Es una excelente persona, siempre nos apoya, nos motiva y nos enseña que se puede. Mejora todo lo que es tu talento”.

Emocionado y con un brillo especial en sus ojos, Juan Cortés, apasionado del tango, también comparte su experiencia: “Siempre me gustó Julio Sosa y canto tango donde hay un evento. El aplauso para uno que es grande, es lo máximo”. Para él, la música es la oportunidad de cumplir con sueños pendientes: Todos empezamos de cero. Todos tenemos algo para decir. Si te quedás en la casa, nada. Yo tengo 67 años y me siento muy bien. La música la llevo siempre adentro”.

María Eva Morales, con 70 años recién cumplidos, y Alejandra Escudero, de 61, son ejemplo de que nunca es tarde para cantar.A mí me gusta cantar desde chica y nunca pude expandirme hasta ahora. La música sana, te llena el alma, asegura María. Alejandra agrega: Este grupo es espectacular, gente grande y joven, todos nos respetamos y nos divertimos. Es un placer para nosotros estar en nuestro mundo”.

Ambas destacan la figura de Damián como eje del taller: organizado, paciente y cercano, logra que los alumnos se animen a expresarse y superen sus miedos.

Los testimonios convergen en un consejo común: animarse nunca es tarde.Hoy, con 70 años, estoy haciendo lo que siempre anhelé. Que se animen, la música sana y llena el alma, resume María. Juan completa: “Si te gusta cantar, anímate, vas a aprender, vas a disfrutar y te va a transportar a un lugar donde todo lo demás se olvida”.

En este taller, la música no solo suena: cura, une y revive sueños que parecían perdidos. Cada ensayo es un acto de valentía, y cada interpretación, un triunfo personal que recuerda que la edad nunca es un límite cuando el corazón manda.

Damián dicta tres talleres:

  • Villa Mercedes:

    • Taller de Canto Recreativo: martes de 17 a 19 hs

    • Canto Técnico Nivel 1: miércoles de 17 a 19 hs

  • Justo Daract:

    • Taller de Canto Recreativo: martes de 22 a 00 hs