Bahía Blanca enfrenta una grave emergencia climática tras un temporal que azotó la ciudad en las primeras horas de la madrugada. Las intensas lluvias, que superaron los 300 milímetros en apenas seis horas, provocaron inundaciones masivas, calles intransitables, cortes de energía y daños materiales en viviendas, comercios y vehículos.
Ante la crítica situación, el Ministerio de Seguridad de la Nación activó la alerta roja y dispuso la intervención del Ejército para colaborar en las tareas de evacuación y rescate. El subsecretario de Apoyo Federal a Emergencias coordina el operativo junto a las autoridades locales, mientras que la Policía Federal Argentina fue movilizada para brindar apoyo en la zona.
Entre las medidas más urgentes, se procedió a la evacuación del Hospital Penna, uno de los principales centros de salud de la ciudad, y se suspendieron las clases en todos los niveles educativos. Además, el aeropuerto de Bahía Blanca permanece cerrado debido a las condiciones climáticas adversas.
Vialidad Nacional emitió un comunicado instando a la población a evitar la circulación por las rutas nacionales 3, 33, 35, 22, 252, 249 y 229, ya que presentan graves complicaciones por el agua acumulada y el riesgo de derrumbes.
El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) está monitoreando la situación y ha puesto a disposición todos los recursos necesarios para asistir a los afectados. Mientras tanto, los vecinos de Bahía Blanca atraviesan horas de angustia e incertidumbre, con miles de familias evacuadas y daños materiales que aún no han sido cuantificados.