Boca Juniors y River Plate protagonizarán este domingo en La Bombonera un superclásico que puede marcar un antes y un después en la temporada. Más allá del orgullo, el duelo será clave por un boleto directo a la Copa Libertadores 2026 y podría definir el futuro de Marcelo Gallardo al frente del “millonario”.
Ambos equipos llegan con campañas irregulares y sin garantías de clasificación internacional. Boca, con dos victorias al hilo —la última 2-1 ante Estudiantes de La Plata—, se ubica en la segunda posición con 56 puntos, detrás de Rosario Central (65). River, tercero con 52 unidades, mantiene una chance de repechaje, seguido de cerca por Argentinos y Riestra (51).
“Nos jugamos mucho más que tres puntos. Ganar este clásico nos clasifica a la Libertadores, que es uno de los objetivos del club”, afirmó el capitán Leandro Paredes, quien regresa tras cumplir suspensión.
River en crisis y Gallardo en la mira
En el otro lado, River atraviesa una crisis futbolística inédita. Desde su regreso al club en 2024, Gallardo no logró títulos y la paciencia de los hinchas se agota. Con cuatro derrotas consecutivas en el Monumental y una reciente eliminación en Copa Argentina y Libertadores, el técnico renovó por un año, aunque su ciclo podría quedar herido de muerte si cae ante Boca.
“Tengo las convicciones necesarias para redoblar la apuesta”, sostuvo el DT, consciente del peso del resultado del domingo.
El equipo llega con bajas sensibles: Facundo Colidio lesionado, Gonzalo Montiel en duda y la esperanza puesta en Sebastián Driussi. En tanto, Boca podría no contar con Edinson Cavani, aún en recuperación muscular.
Contexto del campeonato
Además de definir cupos continentales, Boca y River necesitan sumar para mantenerse entre los ocho mejores equipos que disputarán el octogonal final del Torneo Clausura.
La fecha se completa con duelos clave como Rosario Central–San Lorenzo, Racing–Defensa y Justicia y Talleres–Platense, entre otros.
