Rubén Zalazar, un conductor de 39 años oriundo de Viedma, Río Negro, fue hallado sin vida en las últimas horas tras intentar ayudar a Pilar y Delfina, dos hermanas de 1 y 5 años que permanecen desaparecidas en Bahía Blanca. Zalazar manejaba una camioneta de la empresa Andreani, en la cual las niñas y su madre se habían refugiado durante las fuertes inundaciones que afectaron la región.
Según relató su pareja en un grupo de Facebook, Zalazar había viajado desde Viedma hacia Bahía Blanca por trabajo y quedó varado con su vehículo, una Ford Transit roja, cuando intentaba regresar. “En la última comunicación a las 9 de la mañana estaba por la zona de El Cholo/Cerri”, publicó la mujer el sábado, acompañando el mensaje con una foto del conductor.
El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Cristian Alonso, confirmó el hallazgo del cuerpo de Zalazar a unos 150 metros del lugar donde la madre de las niñas logró sobrevivir aferrándose a un terraplén. “Estamos profundizando la búsqueda con kayaks y equipos de navegación. Hay buzos buscando en el fondo, pero es una zona complicada, la salida al mar”, explicó Alonso en diálogo con TN.
El funcionario detalló cómo ocurrió la tragedia: “La camioneta estaba sobre la ruta 3. Ellas se suben al vehículo y una corriente de agua lo arrastra unos 350 metros. Cuando se detiene, el auto comienza a llenarse de agua. La madre logra salir, pero es arrastrada unos 1200 metros, separándose de su bebé, a quien llevaba en brazos. La nena más grande estaba con el chofer”, relató.
Mientras tanto, las tareas de búsqueda continúan en medio de un escenario complejo. Federico Susbielles, intendente de Bahía Blanca, informó que las inundaciones dejaron 1.400 personas evacuadas y daños estimados en 400 millones de dólares en infraestructura. Además, se recibieron más de 100 denuncias por personas que no han podido contactar a sus familiares.
A pesar de las dificultades, las autoridades destacaron que “el agua está bajando” y que se están realizando esfuerzos para “volver a la normalidad”. “Mañana llegan 200 bomberos voluntarios para limpiar las calles, que están llenas de barro. La prioridad es sacar el agua de Ingeniero White y otros puntos críticos”, añadió Alonso.
