En su habitual columna en VMI Radio 88.1, el coach de vida Alfredo Hoffman explicó la diferencia entre el círculo de preocupación y el círculo de influencia, dos conceptos centrales del desarrollo personal que ayudan a enfocar la energía en lo que realmente puede cambiarse.
Durante la charla, Hoffman señaló que “el círculo de preocupación incluye todo aquello que te gustaría cambiar, pero que no depende de vos”, mientras que el círculo de influencia abarca “las acciones concretas que sí están a tu alcance modificar”.
El especialista destacó la importancia de dirigir la atención hacia los aspectos propios que pueden transformarse, y no hacia factores externos. “Todo aquello a lo que le prestás atención, crece. Si enfocás tu energía en lo que te desagrada, eso se amplifica en tu vida”, remarcó.
Para ejemplificarlo, Hoffman citó una anécdota del músico Ricardo Arjona, quien frente a las críticas de un periodista respondió: “No entiendo por qué alguien elige enfocarse en lo que no le gusta, teniendo tanto por disfrutar”.
El coach explicó que muchas veces las personas dedican tiempo y energía a cuestiones fuera de su control, como culpar a otros o a las instituciones. “Eso pertenece al círculo de preocupación. En cambio, cuando nos enfocamos en lo que sí podemos cambiar —nuestro carácter, nuestras actitudes—, empezamos a modificar también nuestro entorno”, afirmó.
Hoffman concluyó que la clave está en dirigir la atención al círculo de influencia, porque “aunque al principio no lo parezca, cambiar lo que está en nuestras manos puede transformar incluso aquello que parecía inamovible”.
