8M: La marcha por el Día Internacional de la Mujer en Villa Mercedes dejó en evidencia un clima de tensión, con manifestantes que expresaron un nivel de ira inusual en este tipo de movilizaciones.
La protesta, que comenzó en la Plaza del Mercado, rápidamente escaló en tono y acciones, con quema de muñecos y ataques verbales dirigidos hacia el presidente Javier Milei, el gobernador Claudio Poggi y el intendente Maximiliano Frontera.

Los manifestantes, en su mayoría integrantes de colectivos feministas, disidencias y organizaciones sociales, llevaron a cabo una quema simbólica de efigies en la esquina de Tucumán y General Paz, frente a la sede de La Libertad Avanza. Los muñecos, confeccionados con bolsas de plástico negro, representaban a Milei, Patricia Bullrich, Poggi y Frontera, y fueron etiquetados con adjetivos como “fascista”, “hambreador”, “cómplice” y “represora”. La escena, acompañada de cánticos y consignas agresivas, reflejó un discurso cargado de dolor y odio hacia las figuras políticas.
Además de la quema de muñecos, las manifestantes realizaron intervenciones en distintos puntos de la ciudad.
Pasaron por la casa de Víctor Hugo Figueroa, el profesor de básquet imputado por abuso, donde expresaron su repudio con bengalas y gritos. También se detuvieron frente a la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, donde encendieron más bengalas y lanzaron consignas contra instituciones que, según ellas, “promueven la opresión”.
El tono de los discursos fue igualmente agresivo. Alejandra Rizzo, integrante de Aquelarre, afirmó: “Este no es un 8M más, estamos atravesando un Gobierno fascista, racista, antifeminista, misógino y de ultraderecha”. Estas declaraciones, sumadas a la lectura de un texto final en la Plaza Pedernera, donde se acusó al Gobierno de “promover el odio y la crueldad”, reforzaron el clima de confrontación.

La protesta también incluyó un homenaje a las víctimas de femicidio, pero incluso en este acto simbólico se filtró un mensaje de rencor y desesperación. Carteles con los nombres de Johana Galdeano y Anahí Robledo Yuvero fueron levantados mientras las manifestantes gritaban: “Nos queremos vivas”. Sin embargo, el reclamo por justicia se vio opacado por el tono violento de las consignas y acciones.

“Frente a la violencia que ejercen sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, estamos acá, estamos de pie, nos organizamos para defender nuestro derecho a existir. Rechazamos su odio y su crueldad”, fue una de las frases finales de la marcha, que, paradójicamente, estuvo marcada por un discurso de odio hacia quienes consideran responsables de las problemáticas que denuncian.

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Texto del comunicado del 8M en Villa Mercedes
“Este 8M; mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, intersexuales e identidades no binaries paramos y nos encontramos en la calle, defendiendo los derechos conquistados después de siglos de lucha y que hoy están siendo brutalmente atacados.
Este no es un 8M más, estamos atravesando un gobierno fascista, racista, antifeminista, misógino y de ultraderecha. El gobierno de Milei descarga un brutal ajuste sobre la clase trabajadora, donde las mujeres, disidencias, jubilades e infancias nos llevamos la peor parte.
La violencia que proponen es social, es económica y es política. Ante eso respondemos: ¡seguimos en las calles y movilizades!
Repudiamos:
– La intencionalidad del Gobierno Nacional de incumplir con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo a través del desabastecimiento de insumos necesarios para realizar las prácticas
– El desmantelamiento de las políticas contra las violencias por motivos de género
– Los discursos y actos de odio promovidos desde el gobierno y sus seguidores, son responsables de los ataques hacia la comunidad LGBTTTIQNB+
– Los lesbicidios de Barracas y el ataque lesboodiante de Cañuelas
– El intento de eliminar el cupo laboral trans y la figura de femicidio, teniendo en cuenta que en lo que va del año en nuestro país hubo 52 femicidios: uno cada 27hs
– El vaciamiento del sistema de salud, la falta de anticonceptivos y tratamientos hormonales para la comunidad trans
– El desmantelamiento y vaciamiento de la Dirección de respuestas VIH, hepatitis y tuberculosis
– El despliegue represivo y persecutorio que alimenta la campaña política del gobierno para estigmatizar y quebrar a las organizaciones de lucha
– La criminalización de la protesta y el protocolo asesino de Bullrich
– La justicia cómplice que no investiga a los delincuentes económicos y hoy designa jueces por decreto
– El despido de más de 120.000 trabajadores estatales
– El plan de Milei a nivel internacional, que excede nuestras fronteras con una alianza de este gobierno junto a Estados Unidos, Israel y el sionismo internacional.
– Los genocidios en Haití, República del Congo y Palestina, donde las más afectadas son las mujeres y niñeces. BASTA DE PERSECUCIÓN Y CRIMINALIZACIÓN A QUIENES SE SOLIDARIZAN CON LA CAUSA PALESTINA. ALTO AL FUEGO. NO ES GUERRA, ES GENOCIDIO!
– La persecución a madres protectoras y adultes referentes
– La persecusión a madres cultivadoras
– Los discursos apologistas y negacionistas de la última dictadura cívico eclesiástica militar
– La eliminación de la moratoria, el déficit fiscal sólo es hambre para les jubilades
– La desaparición de nuestras infancias, a casi 4 años de su desaparición nos seguimos preguntando, ¿DÓNDE ESTÁ GUADALUPE?
– La persecución, hostigamiento y criminalización al pueblo mapuche
– La violencia simbólica y discursiva hacia las personas con discapacidad
– La complicidad del sistema judicial con el proyecto fascista y racista perpetrado hoy por el Gobierno de Milei y sus funcionarios a lo largo de todo el territorio. MILEI ESTAFADOR
– La complicidad del gobierno municipal con el gobierno provincial y nacional
Frente a la violencia que ejercen sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, estamos acá, estamos de pie, nos organizamos para defender nuestro derecho a existir. Rechazamos su odio y su crueldad
Reivindicamos nuestra lucha, nuestro derecho a construir un proyecto de vida digno y deseado, queremos vivir en una sociedad democrática donde la igualdad de género y los derechos humanos sean pilares fundamentales.
Aquí estaremos hasta que vivamos libres, dignas y desendeudadas.
¡Las calles son nuestras!”
